– La boda de Carmen
“Quería algo diferente, no quería un vestido armado, quería mangas, una mezcla entre romántico, vintage, bohemio y a la vez discreto, que no fuese muy recargado”.
Así que ha este espectacular diseño,que hace un guiño a los fabulosos años 30″,añadimos las mangas de tul y las aplicaciones de pedrería en los hombros para darle el toque más vintage.
Los zapatos eran el modelo Lace de Jimmy Choo.
Para la pelu y maquillaje confío en Maria José Domínguez Tristancho.
Quiso un peinado sencillo, una coleta y un maquillaje natural pero sin renunciar a su sello de identidad, los labios rojos.
Respecto a las joyas, Carmen llevó unos pendientes con aguas marinas de su abuela y una pulsera de brillantes de su bisabuela.
El tocado que nos ha maravillado es de Las coronas de Beth.
El vestido era de crêpe saten de seda natural y las mangas de tul de seda al igual que el velo en doble capa que lució para la ceremonia.
Como la boda se celebraba en el campo querían una decoración sencilla y un poco bucólica. Decidieron que todas las flores fueran blancas y verdes, colocaron el sitting en alpacas de heno con pinzas…
Carmen siempre se envían postales cuando se van de viaje, incluso cuando lo hacen juntos. Su amiga Cata Guzmán Arellano, les hizo un montaje con una postal para el sitting.
Cuando los invitados llegaron a la finca se encontraron con el paraíso:
Sidras importadas desde Francia (podías encontrar todos los tipos que pudieras imaginar, Brut, doux, rosada), aguas de sabores, paipàis, sombrillas japonesas…
Los novios dieron mucha importancia al aperitivo: 25 canapés distintos, maridajes de vinos, y quesos, barra de sushi, mojitos y caipiriñas, un cortador de jamón…
En fin, una novia que se curró su boda para que todo el mundo lo pasara genial.
Solo fueron buenas ideas que consiguieron crear una atmósfera muy especial.
Preciosa novia y precioso post de http://lasbodasdetatin.com
– La boda de Aitziber
Nos recorrimos todo Londres para dar definitivamente en Potobello Road con unos maravillosos encajes antiguos. Cuando Aitziber vino a nuestro atelier ya en la primera cita supimos que esas ¨joyas¨ eran para ella. El vestido se confeccionó a mano sobre una base de plumetti en la que restaban estas piezas de una manera muy sutil.
Cómplices a la hora de vestir sus pies, la novia y el novio eligieron un calzado cómodo.
Para ella estas preciosas bailarinas y para él, los míticos scalpers.
Aitziber optó por llevar una melena con ondas muy natural para no restar protagonismo al vestido.
La novia puso la guinda con esta corona de flores de cera que también conseguimos para ella
en un de nuestros tours en busca de inspiración.
¡Qué séquito tan tierno! Perfecto para contrarrestar la sobriedad de un clásico Mercedes.
Los novios nos regalan esta preciosa estampa saliendo de la iglesia.
– La boda de Carmen
A todo el mundo le encantó, fue el comentario más repetido de la boda.
Yo la verdad que me vi muy guapa, incluso con los pendientes verdes¨
Pedrería, escote en la espalda y ondas en el pelo.
Con estos tres elementos Carmen quiso evocar el más puro estilo de los años 30 .
Así de sonriente llegaba Carmen a la Iglesia.
¡Esta ¨pareja¨de zapatos, no podía ¨casar¨mejor!
La novia escogió para dar este paso tan importante en su vida unos clásicos Louboutin en color nude.
Los novios nos muestran estas simpáticas imágenes después de la ceremonia
donde se siente la complicidad y felicidad de la pareja.
– La boda de Ángela
Con las ideas bastante claras, Ángela llegó a nuestro taller. Buscamos para ella un vestido sencillo pero que destacase su figura y que fuese acorde a al estilo de la boda. Entre todas las posibilidades, texturas y tejidos que le ofrecimos, finalmente optamos por un crepe de seda natural y este espectacular chantilly que le permitió lucir un precioso escote en la espalda.El material con el que trabajamos nos posibilitó cumplir todos los deseos de la novia: de cuerpo entallado y falda fruncida con talle en la cadera.
Aunque la esencia de Ángela es su sencillez, le hacía ilusión adornar su peinado con una delicada mantilla, herencia de su familia.
Aunque la cosa iba de tradiciones, los niños dieron un toque divertido a la salida de la iglesia con unas sombrillas chinas.
Otra de los detalles con el que los novios quisieron sorprender a todos los invitados fue yéndose en una vespa azul. Una imagen que nos trae a la memoria una de las más clásicas escenas del cine, Audrey Hepburn con Gregory Peck en ¨Vacaciones en Roma¨
-La boda de Natalia
Nervios a flor de piel. En la mañana de su boda, Natalia decidió relajarse mientras se maquillaba con una copita de champagne.
El vestido preparado, los complementos encima del tocador y los zapatos esperando ser puestos.
Natalia confesó que uno de los momentos más especiales de ese día era ponerse al fin, el vestido de sus sueños.
40 botones y un manojo de nervios.
Esta fabulosa pedrería en plata colocada en su cadera evocando la belle èpoque,
destaca sobre la fina muselina en la que se confeccionó su vestido.
¡Ahora ya no queda nada! Natalia saliendo del coche nos muestra en esta foto todos los detalles tan estudiados para ese momento.
¡Un recogido con volumen y flequillo ladeado acompañado de una trenza, un bouquet de pequeñas rosas y unos buenos tacones!
Los recién casados salen exultantes tras haberse dado el Sí quiero en una entrañable ceremonia.
¡Todo dispuesto para el banquete!
Y así es como acabó la fiesta, no solo para los más pequeños.