La boda de Zuri
Zuri, tenía muy claro la primera vez que nos vimos que llevaría un vestido de Paredero Quirós, lo que no tenía tan claro era el diseño del que partiríamos para dar forma a su vestido soñado . Le encantaban todos, pero su boda era diferente, sin ceremonia, con música en directo, un día para disfrutar con su familia y amigos, una fiesta que cada uno de los invitados recodará como un día perfecto y feliz.
Zuri es elegante y sencilla, pero con mucho estilo, una novia de Paredero Quirós, así que fue muy fácil crear su vestido, un diseño en crepe de seda natural con cortes que dibujaban su figura y con detalles que lo hacían único. Unas camelias de cerámica hechas a mano exclusivas de nuestra firma, el broche final del vestido de Zuri, una novia con un encanto muy especial que nunca olvidaré.
Gracias pareja por compartir con nosotras vuestro día. Y que decirte a ti, Zuri, que fue un placer conocerte y crear como tu me has dicho el mejor vestido que podrías haber llevado. Que clientas como tu son las que nos hacen evolucionar y creer que todo es posible. Eres la dulzura personificada, ya debes saber que son afortunados todos aquellos que te tienen presente en sus vidas. Yo tuve la suerte de conocerte y formar parte de tu historia. Tu vestido fue muy especial y aunque pase el tiempo lo seguirá siendo, te representaba en cada detalle, y tu imagen perdurará siempre, gracias por confiar en Paredero Quirós.
Fotografía Marian Gerrikabeitia
Palabras de Zuriñe
– Los zapatos son de Kanala, porque quería algo sencillo que pudiera aprovechar en mi día a día
– Me peiné en mi peluquería de siempre, María Sánchez, porque me conocen a la perfección
– El anillo de pedida es de Suárez y el diamante era del anillo de pedida de mi suegra. El día de la ceremonia civil, Álvaro me regaló de sorpresa, una alianza de brillantes con nuestras iniciales y la fecha de la boda, también de Suárez. Habíamos acordado no llevar alianza y me hizo muchísima ilusión.
– El camisón y la bata con los que me maquillé, eran los mismos que utilizó mi madre el día de su boda, así que tenían un significado especial para mí.
– Los pendientes me los prestó mi suegra y en el moño me puso un broche que pertenecía a la abuela de Álvaro.
– Álvaro llevaba un traje de MAN y un reloj Omega de oro que pertenecía a mi aitite y le habían regalado mis padres.
– El ramo, muy sencillo, de rosas rosas, fue cosa de última hora, obra de las tías de Álvaro: Chusa y Ana, que son interioristas y se encargaron de la decoración de todo el evento con mucho gusto y originalidad. ¡El Jardín estaba lleno de flores traídas de Andalucía, alfombras, jaulas de pájaros y e incluso un jardín japonés repleto de animales de África! La pasión que Álvaro me ha contagiado y nuestro destino de luna de miel. Una de mis mejores amigas me regaló una cinta azul para el ramo, con una medalla de plata. Decidí no regalárselo a nadie y al día siguiente, lo llevé al cementerio de Güeñes, donde está enterrada mi amama, que era de allí.
– Si me gustaría hacer un guiño a Arrese, porque José Urrestarazu (nieto de la fundadora) es amigo de la familia desde siempre, y nos preparó un postre maravilloso que catamos personalmente las semanas antes, además de trufas y palmeras de chocolate, que son nuestras preferidas.
– Por supuesto el vestido, no podía ser más yo. Me sentía guapa, cómoda y totalmente reflejada en él. Era precioso y cada detalle lo hacía más especial.