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Todo estaba preparado para el gran día. Yolanda estaba espectacular con este diseño en crepe de seda y brocado con escote a caja muy apropiado para una boda invernal. Este precioso ramo de flores de temporada lo firma «Elena Suárez & Co.» Yolanda y Oscár se daban el «Si quiero» en La Colegiata de la Granja en Segovia. Una novia sencilla y al mismo tiempo una novia muy especial. Su espalda llena de botones forrados, como manda las antiguas costumbres, parecía no tener fin. El lugar elegido para la celebración fue la Finca Aldeallana, una elección segura. Las damitas llevaban vestidos de» Teresa y Leticia». No faltaron detalles que hicieron de esta boda una boda de cuento. Nos despedimos con estas instantáneas, maravillosas, como todas las de este blog obra de «Patricia Semir»; un beso enorme Yolanda y toda la felicidad del mundo para vosotros
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«Entrar en vuestro atelier es como si de un cuento de hadas se tratase, cuando comencé a mirar vestidos para el día de mi boda creí tenerlo claro, pero fue conoceros a vosotras y todas mis ideas cambiaron… el gran problema era que todos los vestidos me encantaban pero hubo uno, que no solo me encantó sino que también me enamoró, y así fue como elegí este pedazo de vestido, porque fue ponérmelo y no dudarlo, era yo, con un vestido sencillo y con un toque atrevido, era EL VESTIDO, no había dudas… Me casaría por segunda vez solo por ponérmelo otra vez más, GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS». Os enseñamos el post de Iran con estas maravillosas instantáneas de Ines ,»Fotos happines». Los zapatos en rosa cuarzo eran de «Franjul». Iran llevó como tocado una corona de flores preservadas en tonos rosas empolvados de «Clara Gortazar» que coordinaban a la perfección con el tono de los zapatos. El ramo de paniculata, que posteriormente entrego a su hermana, fue obra de «Fiore Bilbao». La ceremonia y posterior convite tuvieron lugar en el precioso marco del «Caserio Olagorta». Con este romántico beso de los novios nos despedimos. Gracias por tus palabras, ha sido un verdadero placer conocerte y que contaras con nosotras para este día tan especial, te deseamos lo mejor……
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» El vestido me lo diseñaron en Paredero Quirós. La verdad es que fui directamente a su atelier sin probar ningún otro sitio y ese mismo día, salí con mi vestido! Encantada! sabía que no quería encaje y me apetecía darle un efecto capa sin perder el escote en la espalda y ese fue el resultado. Si tuviera que elegir ahora mismo un vestido de novia, sería el mismo. Además, en Paredero se le ocurrió poner el velo alto para que pudiera llevar coleta y darle un toque diferente al vestido.» La boda se celebró en la iglesia de San Vicente en Bilbao y el ágape tuvo lugar en el palacio San Joseren en las Arenas. “ Llevaba unos pendientes de esmeraldas de mi madre y la diadema de hortensias preservadas de Naranjas Con Tocados.Soy yo la que está detrás de Naranjas Con Tocados así que os podéis imaginar la cantidad de tocados que hice para mi boda además del mío; para mi madre, hermana, tía, amigas,….”. La verdad es que por si no fuera poco, además de los tocados, me encargué del seating plan y los meseros ambientados en toldos de Zarauz a juego de la invitación que nos diseñó Cayetana Soroa. » Contratamos al que para nosotros es el mejor fotógrafo de Bilbao Mick Habgood.» » Sólo me queda daros las gracias por el
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Carolina y Fran tenían claro que querían una boda diferente a los estándares establecidos. “Queríamos llevar a todos nuestros invitados a la isla que nos transforma y enamora cada año por su magia y su luz “Formentera”. La ceremonia tuvo lugar en la pequeña Iglesia de Sant Francesc . No faltaron detalles florales que adornaron la típica iglesia payesa además de sombrillas para que los invitados aplacaran el calor de la isla. El novio se presento en un sidecar clásico conducido por su hermano y gran amigo. Carolina llegaba a la iglesia en un Mehari blanco. “ Nos trajimos desde Sevilla un grupo que nos ha acompañado en numerosas fiestas y celebraciones, Atadura, quienes hicieron más emotiva aún si cabe la ceremonia “. Para Carolina diseñamos un vestido de crepe de seda con volante de diminutas pedrerías que destacaba al máximo sus hombros y su silueta y por otro lado muy acorde con el entorno y el leitmotiv de el evento. La novia veló su vertiginoso escote con un tul ilusión, el único icono clásico junto a la ceremonia religiosa de toda la boda. Carol acompaño el diseño con unas plataformas en tono rosa cuarzo de Yves Saint Laurent. Unos finos cordones de crepe con piedras cosidas a mano recorrían su espalda. Una lluvia de margaritas al más estilo flower power esperó a las novios a la salida de la
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