Carlota eligió un vestido blanco marfil de Chanel con escote en palabra de honor, cuerpo entallado y falda vaporosa que recuerda al llevado por su abuela en el clásico de Alfred Hitchcock Atrapa a un ladrón. La novia se recogió la melena en un falso bob ondulado, característico también en Grace Kelly, y lució una de sus joyas más exclusivas: un collar en cascada de brillantes de Cartier.