Leire estaba increíble con un diseño de crepe de seda con cortes al bies, que definían al máximo su esplendida figura; la espalda estaba trabajada en un plumeti rustico y una filigrana de hilos de plata marcaba el talle en la cintura. Os mostramos a esta fantástica novia en estas preciosas instantaneas de Alejandro Bergado. El maquillaje corrió a cargo de Miss Pupet y Special Khinkgs. Leire llevo unas plataformas estilo peeptooe en tono plata a juego con la pieza de pedrería. El ramo de flores silvestres es de Fiore . La ceremonia y el posterior convite tuvieron lugar en el precioso enclave del Baserri Maitea. Y con estas románticas escenas nos despedimos; un beso enorme y gracias por hacernos participes de ese día tan especial
Un diseño en crepe satén y brocado rústico tiñen de romántico este diseño con el que María cerro su compromiso. El evento tuvo lugar en su finca familiar en Albacete, con decoración campestre, como la novia siempre había soñado. Un tocado de ceras blancas en forma de tiara, al más puro estilo años cincuenta, sellaban el outfit de esta novia tan femenina y atemporal. María, un placer haberte tenido entre nosotras
Una novia especial llena de detalles; la mezcla perfecta entre tradición y modernidad. La novia llevó un vestido de tul bordado en flores, luciendo así su silueta mediante las transparencias que cubrió con una sobre falda de tafeta que marcaba su estrecha cintura. Los zapatos, de Lodi, eran de antelina en tono rosa cuarzo. Un maquillaje exquisito y muy natural de la mano de Resukare. La decoración floral corrió a cargo de Garden Center. La ceremonia se ofició en la iglesia de San Vicente , en pleno centro de Bilbao. Eugenia lució un tocado de rosas en blanco roto, de Anita Ribbon, de donde nacía el clásico velo corto de tul ilusión; todo un acierto. El convite y la posterior celebración tuvieron lugar en el fantástico Caserio Olagorta. Nos despedimos de esta genial pareja, deseándoles lo mejor y dándoles las gracias por compartir estos momentos con nosotras, con esta preciosa foto, como todas las anteriores, gracias al estupendo trabajo de la fotógrafa María Izkue
