Leticia, la princesa que se convirtió en reina, con su tiara de Mabelladinotte…

Leticia, es de esas personas que con su sonrisa iluminan hasta los días más sombríos. Seguro que todos aquellos que la conocen estarán de acuerdo con nosotras, que su entusiasmo e ilusión hacen que a su lado todo parezca sencillo.

Propietaria de la firma de tocados Mabelladinotte, quería que ese día sus creaciones ocuparan un lugar especial, pero, sin restar protagonismo al vestido.

Fue muy fácil trabajar con Leticia, como todas las clientas que acuden a nuestro atelier sabe distinguir un buen tejido y un buen corte. Tenía claro que buscaba un vestido de novia especial, elegante, con detalles que lo hicieran único, pero ante todo quería que fuese su vestido soñado ahora y siempre, no quería equivocarse. Esa fue la razón por la que se puso en nuestras manos.

El primer tocado, una corona, con forma de tiara, en tonos dorados y ocres, que llevó durante la ceremonia y el coctel, era el broche perfecto a una capa de muselina de seda. Una pieza única con cortes estratégicos, remarcados con hilos de oro.

Su amatxu y cuñada Iratxe, fueron las encargadas de vestirla. El vestido se ataba con hilos de oro y botones de perlas dorados. Los encajes se bordaron a mano sobre su espalda,  buscando que el dibujo quedase perfecto.

Borja y Leticia, se casaron en la iglesia de la Misericordia. La sorpresa mejor guardada por su cuñada Iratxe fue el coro. Los novios se giraron sorprendidos al escuchar los violines, que no se esperaban. La música emocionó a todos los invitados y más a Leticia, cuando se dio cuenta que todas las integrantes del coro llevaban los tocados de Mabelladinotte, que habían comprado en secreto, en las tiendas donde tienen la firma.

Las niñas preciosas, con vestidos de «Marta Ussía» y… cómo no… con tocados de Mabelladinotte.

El coche inglés que utilizaron los novios era del, padre de Leticia: “ el día de la boda fue el primer día que me monté en él (aunque lo tiene desde hace muchos años) me hizo especial ilusión ir acompañada de mi aitatxu en su «bala verde» “.

El lugar elegido para la celebración fue  el  Komentu Maitea, en Gordexola. Un convento del siglo XVIII rehabilitado. Sus árboles milenarios, fueron testigos de estas fotos tan increíbles de Forester Fotógrafos.

 

Había llovido los últimos cuatro fines de semana en Bilbao, pero ese día, lució un sol radiante. Hay personas como Leticia, a quien todo les sale perfecto, y sabéis que… no creemos en la suerte.

El ramo de Flores Elorz Bilbao, con tonos otoñales, y  flores silvestres, era perfecto.

Al quitarse la capa, su vestido no dejó indiferente a nadie. Los cortes estratégicos, sello de Paredero Quirós, dibujaban su figura con una elegancia única. Borja eligió un chaqué a medida de Smith & Smith, una pareja perfecta.

Un nenúfar preservado, de Mabelladinotte, fue la flor elegida por Leticia para el baile. Y un abrazo, la despedida elegida por nosotras, para este blog tan especial, dedicado a una persona que ha entrado en nuestra casa, para quedarse. Porque, esta es la historia de amor de una princesa, que sólo acaba de empezar.

Fotografía Forester Fotógrafos.

El ramo y decoración floral de Flores Elorz Bilbao.

Maquillaje Miss Pupet.

Peluquería Chic Bilbao.

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